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En Canarias, el turismo impulsa el empleo, y el inglés marca la diferencia: dominarlo te acerca a mejores puestos y más oportunidades laborales. Hoteles, agencias de viajes, tiendas, restaurantes, empresas de transporte, centros de actividades, rent-a-cars y un largo etcétera funcionan porque, cada año, millones de personas extranjeras llegan a nuestras islas buscando experiencias únicas… y esperando ser atendidas con profesionalidad.
Y en medio de toda esta maquinaria turística, existe una verdad silenciosa que afecta a miles de personas: quedarse fuera por no saber inglés.
Un requisito que ya no es opcional
Durante años, hablar inglés fue considerado un «plus» en los currículums. Algo que sumaba, pero que no era imprescindible. Esa etapa ya quedó atrás. Hoy, quien no domina el inglés en Canarias parte con desventaja, especialmente si busca empleo en sectores como el turismo, el comercio, la hostelería, la atención a la clientela o la logística.
Ya no es suficiente con «entender lo básico». Las empresas buscan personas que puedan explicarse, escuchar, resolver, vender, atender reclamaciones y transmitir confianza en inglés, sin titubeos. Personas preparadas para comunicarse con claridad y seguridad. Y cuando llega el momento de decidir entre dos candidaturas similares, el idioma es muchas veces lo que inclina la balanza.
Quienes dominan el inglés no solo tienen más opciones, también acceden a mejores puestos, con mayor estabilidad y posibilidades de promoción. En un entorno global, el idioma se ha convertido en un filtro natural de acceso al empleo.
Estancarse por no avanzar
Las personas que llevan tiempo en situación de desempleo lo saben bien: la sensación de enviar currículums sin respuesta, de asistir a entrevistas donde el inglés aparece como requisito, de sentir que algo siempre falta, aunque se tenga todo lo necesario. Esa frustración tiene un nombre: estancamiento.
Y muchas veces ese estancamiento no tiene que ver con la falta de formación ni con la experiencia. Tiene que ver con un obstáculo que se repite una y otra vez: el idioma.
Un inglés que se quedó en el instituto. En el «I can speak a little». En el miedo a equivocarse. En el «entiendo, pero no hablo». En la inseguridad que se convierte en silencio justo cuando más se necesita hablar. Mientras tanto, el mercado sigue girando. Siguen llegando turistas. Siguen creciendo los hoteles. Y siguen quedando vacantes sin cubrir porque falta personal que pueda desenvolverse con solvencia en inglés.
El resultado: personas con potencial que se quedan fuera, puestos que no se cubren y una sensación de bloqueo que solo se rompe con una decisión clara: formarse y avanzar.
Canarias necesita profesionales que hablen inglés
Esto no es una exageración ni una frase publicitaria. Es una realidad que viven a diario los departamentos de recursos humanos de hoteles, comercios y empresas de servicios en las islas: necesitan personal cualificado y no lo encuentran, porque falta el inglés.
Esto no solo perjudica a quienes buscan empleo. También frena el desarrollo local. Afecta la calidad de los servicios. Pone límites al crecimiento de los negocios. Canarias necesita urgentemente personas capacitadas, con actitud, seguras de sí mismas y con el idioma como herramienta, no como barrera.
El inglés ya no es opcional, ni una materia más. Es una competencia laboral. La diferencia entre quien accede y quien se queda fuera. Entre quien es seleccionado y quien no pasa la entrevista.
Y aquí llega la gran pregunta: ¿Vas a seguir dejando pasar oportunidades?
Es fácil decir que no hay trabajo. Pero también es necesario preguntarse:
¿Estoy haciendo algo para aumentar mis posibilidades?
¿Estoy dejando que el idioma siga bloqueando lo que podría estar logrando?
No se puede competir en un entorno internacional sin hablar el idioma internacional. Y si vivimos en una región que depende del turismo, no hablar inglés no es simplemente una limitación: es una traba directa al empleo.
El inglés no es solo gramática o verbos. Es mucho más:
- Mirar a la clientela con seguridad.
- Atender sin depender de nadie.
- Enviar un correo sin dudar.
- Explicar, resolver y conectar con confianza.
- Ser, en definitiva, más empleable.
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